Cómo pintar un mueble de madera
17 de enero, 2022Por Salomé AtikAfición por el bricolaje, un poco de maña, otro poco de paciencia y pintura. Es todo lo que necesitas para convertir ese mueble que se ha quedado viejo y anticuado en una pieza única y restaurada que iluminará cualquier habitación de tu casa.
Cada vez nos gusta más dar una segunda vida a nuestros muebles de madera o de melanina, y además tenemos más posibilidades de jugar con el diseño para dar personalidad a nuestra casa. Para llevar a cabo esta renovación, solo necesitas un poco de pintura, imaginación y unos consejos básicos: así tendrás la oportunidad de crear un mueble icónico y, además, de pasártelo en grande al crearlo.
Para pintar muebles, con independencia de si son nuevos o antiguos, no hace falta ser un profesional: hoy en día la mayoría de la gente se anima con el bricolaje y tiene la posibilidad de abordar un trabajo de pintura de una forma sencilla gracias a la gran disponibilidad de materiales que hay en el mercado. Solo hace falta tener una pieza que te guste y de la que no quieras desprenderte; aportar un poco de creatividad; imaginarla con un color diferente y saber dónde quieres colocarla en tu casa. El resto es coser y cantar: elegir unos materiales básicos, seguir unos sencillos consejos de pintura y disfrutar con el resultado. ¿Estás preparado para afrontar el reto?
Lo primero que debes hacer antes de empezar con el repintado es elegir todo el material que necesitas para abordar el proyecto. Y para eso debes evaluar el estado en el que se encuentra el mueble y saber de qué material está fabricado. Cuando tengas esa información ya podrás encargarte de comprar el material que necesitas para empezar tu desafío.
¿Cómo pintar un mueble de madera de blanco?
Por lo general, a la hora de restaurar un mueble en blanco o en otro tono más oscuro debes prepararlo para que la pintura se absorba y asiente de forma correcta, y dure en el tiempo. Para eso es necesario, en primer lugar, limpiarlo a fondo y eliminar cualquier resto de suciedad, polvo, grasa o mancha. Para hacerlo de una forma eficiente, antes debes quitar los tiradores y, en su caso, tapar con cinta de carrocero las partes que no vas a pintar. Así conseguirás un resultado final óptimo. Para realizar esta tarea puedes utilizar un producto específico de limpieza y reparación de muebles, y concluir los preparativos con un trapo y alcohol de quemar.
Si tu mueble acumula muchas capas de barniz o de pintura, conviene que utilices un producto decapante antes de lijarlo. Solo tienes que aplicar el producto sobre el mueble y pasar una espátula con suavidad para retirar los restos sin dañarlo.
Una vez limpio, debes lijarlo, salvo que lo vayas a pintar con pintura a la tiza, de la que hablaremos más adelante: utiliza un papel de lija de grano fino o medio para quitar los restos de pintura o barniz y dejar una superficie uniforme y lisa. Cuando pases la lija hazlo siempre en la misma dirección de la veta de la madera y a continuación pasa un trapo levemente humedecido en agua para retirar los restos de polvo de la superficie. Por cierto, si quieres saber cómo pintar un mueble de madera en blanco envejecido también puedes utilizar la lija o un estropajo de acero para crear un efecto de desgaste.
Después aplica una capa de imprimación al mueble para que la pintura se adhiera mejor: esto ayudará a cerrar los poros de la madera y evitará que el mueble absorba más pintura de la que necesita.
Tras aplicar la imprimación y respetar los tiempos de secado del fabricante, pasa de nuevo un papel de lija de grano fino y retira el polvo con un paño húmedo.
Ahora es el momento de pintar, tanto si recurres al blanco como a otros tonos.
¿Cómo pintar un mueble de madera de otro color?
La diferencia entre pintar un mueble de blanco o de otro color es el resultado final. Cuando pintas un mueble de otro color, debes esperar a que se haya secado la capa de imprimación por completo y aplicar al menos dos manos de pintura para conseguir el tono deseado, aunque es posible que tengas que dar alguna más. Es importante que dejes secar entre cada mano para conseguir una mayor fijación a la superficie.
Dime qué quieres pintar y te diré qué usar
A la hora de lanzarte a pintar un mueble, debes pensar en varios detalles. En primer lugar debes elegir el tipo de pintura que quieres utilizar. En el mercado puedes encontrar tonalidades de todo tipo, incluso con efecto pizarra para que los peques de la casa puedan pintar con tizas sobre el mueble.
A continuación debes decidir si prefieres pintar con brocha, con rodillo o con pistola, en función del acabado que pretendas conseguir. Las brochas son perfectas para llegar a las zonas más inaccesibles, pero también para pintar relieves. Además, con ellas podrás obtener un acabado estético más rústico.
En cambio, si buscas un acabado más homogéneo, el rodillo te permitirá minimizar las marcas de la pintura. Los rodillos no te permitirán llegar a todas las zonas y te obligarán a utilizar brochas para los rincones más ocultos, pero el resultado es fantástico.
Por último, la pistola o el rociador de pintura ofrecen un acabado profesional pero requiere un lugar ventilado y protegido para evitar problemas con el polvo. La pintura en aerosol exige cierta práctica para evitar que se formen gotas pero el acabado, si es bueno, es excepcional.
También debes vigilar la densidad y espesura de la pintura: para poder aplicarla de forma cómoda y evitar la formación de marcas es importante que no esté demasiado espesa. En caso contrario, puedes aligerarla con un poco de agua, si es acrílica, o con un disolvente, siempre según las instrucciones del fabricante.
La cubeta debe tener poca cantidad de pintura para evitar que se reseque a medida que vas pintando, de forma que debes verter pequeñas cantidades de la lata de pintura. Una vez hayas acabado, deja secar el mueble durante tiempo que indique el fabricante y, a continuación, aplica otra capa de pintura para conseguir un resultado excepcional.
Después de darle las dos o tres manos de pintura, es el momento de aplicar un barniz o cera que te ayude a proteger su superficie. Los hay en distintos acabados según el resultado que busques: brillo, satinado o mate.
Por último, y en función del mueble y del diseño, puedes añadir al mueble diversos estampados pintados a mano o simplemente con la ayuda de una plantilla. Además, puedes darle un tono vintage o envejecido lijando los extremos de manera muy sutil, en el caso de usar pintura blanca, e incluso hacer un decapado en dos o más colores.
¿Qué tipo de pintura se usa para pintar muebles de madera?
Como hemos mencionado antes, una de las primeras decisiones que debes tomar es la elección de la pintura. Aunque hay diversas variedades como la pintura a base de aceite, las tres principales opciones de pintura de madera son:
- Pintura a la tiza. Está muy de moda y se adhiere a casi cualquier superficie sin necesidad de lijado (excepto cuando el producto anterior esté en muy malas condiciones) ni de aplicar imprimación. Tiene un acabado mate, casi aterciopelado, y está compuesta por resinas naturales. Es muy fácil de aplicar, solo necesita una capa, se seca rápidamente y se limpia con agua. El acabado de esta pintura es muy estético: ultramate y aterciopelado, pero también poroso, así que es mejor protegerlo con cera o barniz.
- Esmaltes acrílicos. Son más convencionales, pueden tener acabado mate, semi brillante o brillo, y sobre superficies pulidas necesitan imprimación. Pero son una opción genial porque apenas huelen, secan rápido y no necesitan un acabado adicional.
- Esmaltes sintéticos con base disolvente. Aunque tardan más tiempo en secar, son muy resistentes y tienen un efecto brillo muy potente. También necesitan imprimación o lijado si se aplican sobre superficies pulidas, y sirven para pintar casi cualquier tipo de superficie que esté expuesta a condiciones de humedad.
A continuación debes saber cuáles son los tipos de pintura más adecuados para los diferentes tipos de mueble. Por ejemplo, los de madera natural sin tratar son los más agradecidos porque puedes utilizar cualquier tipo de pintura: se trata de un material muy poroso que requiere mucho material o que hayas utilizado de manera previa una capa de imprimación o un tapaporos. Tanto la madera sin tratar como el DM facilita la adherencia con cualquier pintura que elijas.
¿Cómo pintar un mueble de madera ya pintado?
Para pintar en estos muebles en los que el poro está sellado, deberás lijarlo para después aplicar una capa de imprimación previa a la de pintura. Cuanto más pulido y brillante sea el acabado más tendrás que esforzarte en esta tarea. Lo mismo ocurre si quieres saber cómo pintar un mueble de madera barnizado.
En caso de que la superficie que vas a pintar tenga grietas, agujeros u otros desperfectos, debes valorar de qué tipo de mueble estamos hablando: si se trata de una pieza de valor es mucho mejor que lo sometas a un completo proceso de restauración. Por el contrario, en caso de que se trate de un mueble más corriente, puedes utilizar masilla para madera. En el mercado puedes encontrar masillas de diferentes colores para que se parezcan lo máximo posible a la madera que vas a pintar, aunque si posteriormente vas a barnizar o a esmaltar el mueble no importa el color de masilla que utilices.
El proceso de reparación es muy sencillo: solo tienes que colocar un poco de masilla en la superficie estropeada y alisarla con una espátula para que penetre correctamente y rellene todo el espacio, mientras se retira el material sobrante. A continuación debes dejar secar el producto, y pasar una lija de grano fino en el sentido de las vetas de la madera para nivelar la masilla con la superficie; aplicar un tapaporos, y pintar.
Consejos para pintar muebles de madera:
Con el proceso ya delimitado, es hora de mencionar varios tips para evitar errores muy comunes que se producen y que debes evitar a toda costa.
- Decapar y lijar. El decapado del mueble, en caso de que la pintura anterior se encuentre en mal estado, es imprescindible como paso previo al lijado.
- Utiliza siempre productos para madera.
- Repara el mueble antes de pintarlo para que el resultado final sea óptimo.
- Limpia siempre las superficies para conseguir una buena adhesión de la madera. Recuerda que si quedan restos de polvo, grasa o suciedad se pueden crear burbujas y desconchones. En esos casos tendrás que volver a lijar y pintar para eliminar los desperfectos. Puedes utilizar un enjuague a base de agua y vinagre, y dejar secar muy bien antes de continuar.
- Utiliza un lugar ventilado para pintar. Debes buscar un espacio con buena ventilación para evitar que los vapores de la pintura te afecten. Además utiliza guantes y mascarilla para evitar el contacto con los productos químicos.
- Utiliza la imprimación siempre que puedas para mejorar la adherencia de la pintura. Además, la imprimación te permitirá conseguir el color elegido en el mueble de manera uniforme con menos capas de pintura.
- Usa herramientas de pintura adecuadas. En este proceso, tan importante como la pintura son las herramientas, así que elige utensilios de calidad para conseguir un acabado óptimo.
- Pinta siempre en las condiciones que te indique el fabricante. Consulta las fichas de producto para saber las condiciones en las que es recomendable utilizar los productos: por ejemplo, no debes hacerlo con temperaturas extremas, a pleno sol ni en el exterior, ni con viento. Pueden parecer obviedades pero no está de más recordarlas.
- Pinta en capas finas. Cuando quieras un cambio de color radical puede tener la tentación de utilizar capas de pintura gruesas para que cubra antes. Pero es mucho mejor y más recomendable aplicar varias capas finas, dejar que la pintura seque bien y, en caso de ser necesario, lijar suavemente entre cada una para evitar posibles imperfecciones.
- No dejes ninguna zona sin pintar. Comprueba que has pintado toda la superficie del mueble y no olvides, por ejemplo, los frentes de cajones, la parte trasera, las patas, etc. Revisa bien tu trabajo antes de darlo por finalizado.
- Utiliza un sellado adecuado. Hay pinturas que no requieren ningún producto de acabado, pero otras sí lo necesitan. Comprueba que la pintura para muebles que has elegido necesita un sellado de cera o de laca porque puede resultar imprescindible para proteger el mueble.
- Espera a que seque correctamente. Aunque estés impaciente por ver el resultado de tu trabajo, debes esperar a que la pintura haya secado por completo, así que no la toques antes de tiempo.
Con estos consejos y precauciones, y con un poco de trabajo y paciencia, podrás renovar cualquier mueble de madera de tu casa para darle la segunda vida que se merece.