Cómo decorar una habitación
17 de enero, 2022Por Salomé AtikLa decoración de tu habitación es como la decoración de tu comedor: no solo imprime carácter a tu casa, sino que te permite disfrutar cada día del ambiente que más te gusta y te estimula, en este caso a la hora de descansar. Para conseguir una habitación que te invite cada día a relajarte solo tienes que seguir unos consejos de decoración y unas pautas sencillas que tienen que ver con la iluminación, la disposición de los muebles, la combinación de colores, etc. En cambio, si lo quieres saber es cómo decorar una habitación pequeña juvenil tendrás que tener en cuenta otros elementos y buscar alternativas adecuadas a este público. Algo similar ocurre si quieres explorar cómo decorar una habitación de niña. En ambos casos debes tener en cuenta que los elementos decorativos son específicos para estas edades y buscar soluciones diferenciales. A continuación te mostramos varias ideas de diseño de dormitorios para ayudarte a configurar la que mejor se adapte a tus necesidades.
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Toma medidas de la habitación y sitúa la cama.
Antes de dedicarte a elegir los colores, el mobiliario, etc., es conveniente que tomes medidas de tu habitación para ubicar correctamente todos los elementos que la integrarán, en especial la cama. Este es el elemento más importante de todo el conjunto, así que escoge bien su forma, estilo, etc., y ten en cuenta la holgura que debe tener con respecto al resto de elementos de la habitación. En términos generales, en los dormitorios grandes la cama debe quedar oculta para que no se vea cuando se abre la puerta, por una cuestión de intimidad. Y si tu habitación es pequeña disponla para poder identificar a la persona que entra con facilidad.
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El cabecero marca la pauta.
Aunque no lo creas, los cabeceros son uno de los elementos que más carácter imprime a una habitación: presiden el dormitorio y le aportan el espíritu que influye sobre el resto de los elementos que lo integran. Por eso es importante que forme una composición equilibrada con toda la habitación de forma que puedas combinar un cabecero tapizado con espejos y otros elementos decorativos. Sin embargo, si prefieres un espacio más sobrio, puedes prescindir del cabecero, forrar la pared con un papel atractivo o sustituirlo por unos cojines.
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Decorar con mesillas de noche, ¿sí o no?
Aunque se han convertido en un clásico de cualquier habitación, las mesillas de noche son elementos que sirven básicamente para colocar una lámpara y dejar cosas personales durante la noche. Sin embargo, condicionan mucho la decoración de tu cuarto, así que contempla la posibilidad de sustituirlas por baldas, colocar dos mesillas diferentes a cada lado de la cama o instalar un cabecero que sirva para dejar tus cosas.
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Organiza la disposición de los muebles.
No solo hay que saber qué muebles colocar en tu dormitorio, sino también saber qué lugar ocuparán. Piensa en la zona con más espacio y dedica unos minutos a decidir de qué forma podrías optimizar el espacio y mejorar la disposición de los muebles. Aleja la cama lo máximo posible de cualquier fuente de ruido y asegúrate de que dejas despejadas las zonas de paso con al menos 50 cms.
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Utiliza papel pintado para decorar las paredes de tu habitación.
Puedes colocar papel pintado en la pared sobre la que se apoya la cama pero también en el resto de paredes de la habitación. Puedes complementar el papel con un revestimiento de vinilo e incluso jugar con espejos que le aporten un poco de luminosidad adicional.
- El baño en la habitación, un lujo.
Si vas a acometer una renovación integral de tu habitación y tienes la posibilidad de integrar el cuarto de baño, dispondrás de un elemento de lujo increíble: todo tu espacio personal en un mismo recinto.
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El armario, un must-have que debe quedar integrado.
Si cuentas con el espacio suficiente para integrar un vestidor, ni te lo pienses: adelante. En caso contrario debes contar con un armario e integrarlo de la mejor forma posible. La mayoría de las ocasiones el armario está adosado a una pared pero en otras ocasiones ejerce como elemento divisorio para crear diferentes ambientes y causar una ruptura visual. Pero, por encima de todo, tu armario debe ser funcional y adaptarse a tus necesidades de estilo, espacio y almacenamiento.
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El suelo también debe ser acogedor.
¿Quién no camina descalzo por su habitación? Por esta razón el suelo de la habitación debe ser tan bonito como acogedor, y para conseguirlo puedes recurrir a alfombras, a una moqueta, a la madera o incluso a un suelo vinílico fácil de instalar.
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Pinta la habitación con tonos suaves… y elegantes.
El dormitorio es la habitación del descanso, la relajación, y quizá por eso debe huir de los colores fuertes y apostar por tonalidades más neutras que, en cualquier caso, son tranquilizantes y aportan elegancia. También podemos combinar estos tonos con otros más contundentes como el teja o el verde oscuro y dar así a la habitación un aire con más carácter. Recuerda que los tonos cálidos tienen un efecto estimulante, mientras que los colores fríos tienden a ser calmantes y relajantes.
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La luz, el alma de tu cuarto.
La luz natural es básica para iluminar cualquier estancia de la casa; por eso debes intentar configurar todas las habitaciones para sacarle el máximo partido. Cuando esto no sea posible tienes que intentar jugar con la iluminación artificial. Piensa en la iluminación general del cuarto, si quieres una lámpara de techo, unos focos o una lámpara de pie: recuerda que puedes recurrir a luces LED regulables y que incluso puedes disponer de cabeceros y camas iluminados. Todas estas opciones te permitirán establecer una configuración de luz fantástica para que puedas relajarte cada noche y disfrutar de un sueño placentero.
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Crea espacios diferenciados.
Si dispones de una habitación amplia, contempla la posibilidad de habilitar espacios diferenciados en ella para aprovechar mejor el espacio. Una buena opción para conseguirlo es integrar un escritorio y crear una zona de trabajo en la que puedas trabajar o hacer tus cosas de una forma más privada. Lo ideal es que ubiques este espacio cerca de una fuente de luz natural y que utilices una mesa de escritorio sencilla pero bonita que sea compatible con el resto de la decoración de tu habitación.
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¿Una zona de lectura?
Es posible que haya ocasiones en las que te apetece escapar del ajetreo familiar y refugiarte en tu dormitorio para leer o simplemente escuchar música. Para crear este espacio de lectura o este rincón personal solo necesitas una butaca cómoda, una lámpara de pie y, como mucho, una mesilla y un mueblecito para guardar tus revistas. Una alfombra llamativa puede ser el elemento que termine de delimitar visualmente el espacio para que puedas refugiarte durante el tiempo que quieras.
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El gusto por el detalle.
Los detalles lo son todo en materia de decoración. Y aunque el minimalismo y el espacio despejado es una tendencia al alza, los detalles son los que marcan la diferencia a la hora de aportar vida a las diferentes habitaciones. Flores naturales, un elemento de jardinería, un joyero, un cuadro apoyado sobre una cómoda, una pequeña escultura, una colección de perfumes… con un poco de buen gusto cualquier detalle aporta realce a nuestra habitación y le confiere carácter.
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La ropa de cama, confort y diseño de interiores.
La ropa de cama no solo es un elemento decorativo sino que es la clave de tu confort cada noche. Por eso debes elegirla con cuidado para, por un lado, vestir tu habitación y por otro, aportarte las mejores sensaciones posibles durante tu descanso. Las prendas textiles 100% naturales son las que ayudan a nuestro cuerpo a regular la temperatura y a disfrutar de una suave sensación de contacto con la piel. El algodón y el lino son dos de los componentes más demandados por su comodidad y suavidad.
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La ventana, centro de la habitación.
La ventana no solo es el punto de entrada de luz de tu dormitorio, sino el acceso de aire y de frescor para ventilar el dormitorio, y también un elemento decorativo gracias a las cortinas y estores. Si quieres un estilo más recargado puedes recurrir a los cortinones y a las cortinas, pero si lo que buscas es modernidad puedes optar por los estores, que también pueden ser un elemento regulador de la entrada de luz y de calor los días de verano. Los estores deben estar en consonancia con la decoración de tu dormitorio pero también deben filtrar la luz y darte privacidad. Por su parte, las cortinas deben ser largas, para que arrastren unos centímetros por el suelo.
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Materiales como sinónimo de carácter.
Los materiales son otro de los elementos que determinan el carácter de un dormitorio. Una combinación de madera, piedra y mármol resulta un elemento diferencial infinitamente más atractivo que el espacio que juega únicamente con un material. Para combinarlo todo de manera adecuada resulta clave la armonía de los colores: maderas y tejidos naturales combinados con el blanco neutro pueden ser la base sobre la que aportar otros elementos más contundentes como tonos dorados, bronce o hierro, representados por figuras como lámparas o cualquier otro elemento decorativo.
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La simplicidad es la clave de la elegancia.
Independientemente del estilo de decoración que elijas, un dormitorio debe tener un aspecto relajado y acogedor. Así que intenta amueblar tu dormitorio solo con los elementos que necesites. Una cama, una mesita de noche o dos, una cómoda y si tienes espacio suficiente, una silla y un escritorio o un espacio para la lectura. Complementa todo con accesorios sencillos que te permitan mantener la habitación ordenada y lejos de cualquier recargamiento: una obra de arte, fotos familiares, unas flores y velas… y listo. Y sobre todo recuerda que debes dejar espacio para poder moverte por la habitación con facilidad, incluso a oscuras.
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El desorden, el principal enemigo.
Dicen que una habitación que está un poco sucia pero ordenada da mejor apariencia que una habitación desordenada. El orden es la clave del buen gusto, aporta serenidad, ofrece una sensación de tranquilidad y de espacio que de otra forma sería imposible conseguir. Por eso debes intentar tener todo en su sitio, y para conseguirlo lo mejor es ser una persona ordenada desde el principio y contar con ideas de almacenamiento suficientes para poder guardar las cosas. Libera espacio, haz algo que deberías haber hecho hace tiempo, como tirar almohadas, y después evalúa tu espacio. Si te falta sitio puedes recurrir a un aparador o una cómoda pequeña. También puedes recurrir a la clásica cama con canapé abatible y un cajón de almacenamiento interior, que te permitirá guardar la ropa de cama, las sábanas, mantas, almohadas, e incluso la ropa de temporada. Y si lo que necesitas es espacio para guardar tus libros y poder acceder a ellos con comodidad, puedes encontrar un estante con librería adosado a una de las paredes de tu dormitorio como una solución.
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Cómo decorar una habitación pequeña juvenil.
Aunque solo dispongas de un espacio pequeño debes tener en cuenta que la habitación es el universo de un niño, adolescente o joven, y tiene que integrar todos los elementos que necesite, desde un escritorio hasta su cama y su armario de ropa. Los vinilos de pared son una solución fantástica para decorar cualquier cuarto juvenil, que también puede mezclar colores intensos o cargados de contrastes. El atrevimiento y la funcionalidad son dos de las características de las que pueden presidir la decoración de las habitaciones juveniles e infantiles, tanto si son para niños como para niñas.
Estas ideas de dormitorio te pueden ayudar a configurar tu habitación o la de tus hijos e hijas, como una parte de la decoración del hogar. Son ideas de diseño que te pueden aportar elementos diferenciales a la hora de decorar, ideas que pueden marcar la diferencia y convertir tu habitación en un espacio icónico.