Cómo limpiar un sofá de tela

El sofá es uno de los elementos centrales de tu salón: le aportan color, estilo, carácter y definen su decoración y la de toda la casa. Pero también es uno de los muebles que más se utilizan y que, por lo tanto, más sufren con el uso diario: el sofá o un conjunto de sofás acoge nuestras reuniones sociales y familiares, nos sirve de cama improvisada para echar una cabezada, es el lugar donde nos juntamos para ver una película mientras picamos algo… Y aunque tengamos el mayor de los cuidados a la hora de usarlo, ¿quién no ha sufrido alguna vez un percance mientras disfrutaba de su calidez? ¿Por ejemplo, un café exprés vertido, un poco de helado sobre el reposabrazos o un trozo de pizza encima del asiento?

Si tienes un sofá moderno de cuero oscuro o de un tejido impermeable es posible que los daños hayan sido muy limitados; pero si tu sofá es de tela, y encima de un color claro, las consecuencias pueden ser devastadoras, especialmente si carece de fundas extraíbles. En este momento es cuando debes aplicarte a conciencia y utilizar todos los trucos y productos que te ayuden a eliminar esa mancha odiosa que se puede apreciar con solo entrar en el salón. Así que… ¿cómo limpiar un sofá de tela con antimanchas o con cualquier otro producto? A continuación te vamos a mostrar varios consejos de limpieza sobre cómo eliminar esas manchas incómodas, hacer la clásica limpieza de primavera o, en definitiva, sobre cómo se puede limpiar un sofá de tela.

Preparativos antes de limpiar un sofá de tela

Como ocurre con casi todo, antes de entrar en materia y aplicar cualquier producto de limpieza es necesario que lleves a cabo una serie de preparativos previos que te ayuden a dejar las cosas bien orientadas para asegurar el éxito de tu misión. Por eso lo primero que debes hacer es retirar los restos de suciedad que queden pero sin esparcirlos; es decir, utiliza un papel o un trapo absorbente y colócalo directamente sobre la mancha con mucho cuidado para no expandir el desastre. El objetivo es que el papel o el trapo puedan absorber parte de la grasa o la suciedad y dejarla reducida al mínimo para llevar a cabo una limpieza profunda con más garantías de éxito. Después coge la aspiradora e intenta eliminar todo el polvo que sea posible de la superficie del sofá. No escatimes tiempo en estos preparativos y si tu aspiradora cuenta con un accesorio específico que aporta mayor potencia de succión, utilízalo: de esta forma podrás eliminar el polvo, migas o cualquier otro desecho de una manera más eficaz. Si los componentes de tu sofá son extraíbles solo tendrás que retirar las fundas y sacudirlas con firmeza en un espacio abierto para liberar el polvo y los restos acumulados. 

Haz una prueba antes de limpiar manchas en tu sofá

Es el momento de empezar con la limpieza. Aunque te hayan asegurado que el producto que vas a utilizar apenas afecta al color y únicamente se centra en la mancha que quieres eliminar, desconfía: tu sofá o tu sofá cama es muy valioso y merece la pena, sin ninguna duda, que hagas una prueba en un extremo oculto o en una zona del respaldo que nunca se ve, y que compruebes si además de quitar la mancha se lleva consigo parte del color del tejido o si tiñe de otro tono u oscurece la zona que vas a limpiar. La mayoría de los fabricantes de limpiadores incluyen esta recomendación en las instrucciones de uso, así que no te dejes llevar por la impaciencia, revisa la letra pequeña y síguela al pie de la letra para evitar sobresaltos, al menos a la hora de probar el producto. Si todo va bien, adelante, es el momento de ponerse manos a la obra. Pero si, por el contrario, ves que la tela se altera de alguna forma, frena en seco y prueba otro producto para evitar problemas.

¿Cómo limpiar manchas en un sofá de tela?

Es el momento de la verdad: Si tu sofá es desenfundable, solo tienes que quitar las fundas y lavarlas siguiendo las instrucciones de la etiqueta. Si tienes dudas, no utilices agua caliente: lávalas con agua fría, un jabón neutro y un centrifugado más bien suave, sin suavizante de telas. Deja que se sequen al aire pero no las pongas al sol para evitar que se decoloren, e intenta mantenerlas extendidas para evitar deformidades. En caso de que no se puedan quitar las fundas, en el mercado puedes encontrar infinidad de productos para limpiar tu sofá, aunque no todos son igual de efectivos. Si ya has recurrido con anterioridad a las soluciones de limpieza químicas convencionales y no te han dado los resultados que esperabas, puedes probar con una mezcla de agua, vinagre y detergente lavavajillas. Esta mezcla es bastante efectiva para llevar a cabo muchas tareas de limpieza, incluso en sofás de tonos claros, y el método de preparación es muy sencillo: solo tienes que mezclar medio litro de vinagre de vino blanco con 200 ml de agua tibia y una cucharadita de postre con el detergente lavavajillas. Con la mezcla ya hecha, aplícala sobre la mancha con una esponja limpia, a ser posible nueva, y a continuación utiliza un trapo limpio humedecido en agua para retirar los restos. Déjalo secar y, con un poco de suerte, disfruta con el resultado. No olvides que antes de comenzar con este proceso debes hacer una prueba en una zona oculta del sofá para asegurarte de que no perjudica los colores del sofá. 

Limpiar tu sofá blanco con cristales de soda

Si esta solución no te convence, puedes recurrir a los cristales de soda, especialmente si tu sofá es blanco. ¿Has oído hablar de ellos alguna vez? Se trata de pequeños bloques cristalinos blancos que se parecen mucho a la sal marina gruesa y que son un potente desengrasante y un limpiador multiusos ecológico. Tienen una acción similar a la del bicarbonato pero son más potentes y conviene usarlos con mucho cuidado. Antes de utilizarlos debes protegerte las manos con guantes de goma; cuando lo hayas hecho solo tienes que mezclar una taza de cristales de soda en un recipiente con alrededor de medio litro de agua caliente, y aplicar la solución con una esponja. Esta opción es muy adecuada para sofás de tela blancos o para el resto de muebles de la sala de esta tonalidad; en cambio, si tienes un sofá marrón o de otro color debes ser prudente y hacer una prueba preliminar porque los cristales de soda pueden causar decoloración.

Amoniaco, una solución de limpieza de sofás ancestral

Otra de las opciones más utilizadas es el amoniaco, que debes mezclar con agua caliente en una proporción similar a la de los cristales de soda, es decir, medio litro de agua caliente y una taza de amoniaco. Recuerda utilizar guantes de goma para hacer la mezcla y la limpieza, e intenta limpiar toda la superficie y no solo la zona de la mancha, para evitar diferencias de tonos. 

Otras soluciones quitamanchas: Vinagre, bicarbonato y agua

En caso de que tu sofá tenga manchas muy visibles, es conveniente que las trates una a una con una mezcla compuesta por un vaso de agua tibia, un vaso de vinagre y una cucharadita de bicarbonato. Aplica la solución sobre las manchas y frótalas haciendo movimientos circulares con un trapo. No olvides repasar el resto de la superficie para que no queden diferencias de tonalidad. 

El poder limpiador del alcohol y el agua oxigenada

El alcohol es también una solución casera y efectiva para eliminar manchas de tu sofá de tela de una forma efectiva. Puedes utilizar de 96o o de 70o: para hacerlo, aplicarlo poco a poco sobre la superficie y pasar un cepillo de cerdas suaves para que no dañe el tejido. En caso de que las manchas persistan, el bicarbonato con agua sigue siendo una opción efectiva: 10 minutos de acción directa deberían ser suficientes para disolver la mancha. 

El agua oxigenada o el peróxido de hidrógeno se utiliza también en muchas ocasiones para eliminar manchas de sudor y de sangre, tanto en los sofás cama como en cualquier tipo de mueble o prenda. Sin embargo, para que resulte efectiva, a pesar de que tiene una efervescencia muy efectiva, debes seguir varios pasos. Lo primero que debes hacer es diluir en agua el agua oxigenada para rebajar su fuerza y evitar que cause algún tipo de daño en el tejido. A continuación aplica la solución con un trapo limpio en una zona oculta del sofá o de una butaca del mismo juego para ver qué efecto produce sobre la tela y, en caso de que el resultado sea positivo, haz lo propio con las zonas más sucias, en primer lugar, y después con el resto del sofá. Tendrás que dejar que pasen varios minutos antes de volver a utilizar el sofá.

La sal también sirve para limpiar sofás

Igual no lo sabías, pero la sal es otro de los remedios caseros que se suelen utilizar para limpiar los sofás de tela: es un producto natural que viene muy bien para las manchas de grasa y que se puede usar de forma muy sencilla. Tan solo tienes que extraer el zumo de tres limones y añadirle varias pizcas de sal. Con la solución resultante solo tienes que frotar el sofá de arriba hacia abajo con un paño limpio y dejar que el producto actúe. 

Algunos aliados de limpieza de sofás de tela que jamás imaginarías

¿Sabías que la espuma de afeitar sirve para algo más que para rasurar la barba? Aunque no lo creas, mezclada con bicarbonato sódico también ejerce un poder reparador en tu sofá de tela. Por no hablar de la tierra de Sommières, una fina arcilla que es capaz de absorber el 80% de su peso. Para  utilizar este último, que es perfecto para el lavado en seco, solo tienes que espolvorearlo en el sofá y hacer que penetre con un cepillo. Después de varias horas de acción, solo tienes que utilizar una aspiradora para recogerlo todo.

Además de los productos caseros, hay electrodomésticos que son una auténtica maravilla para disolver manchas difíciles y mantener tu sofá de tela en perfectas condiciones. Los aspiradores a vapor o las llamadas vaporetas son muy cómodas, fáciles de usar y, sobre todo, efectivas, especialmente si combinas su acción con alguno de los remedios caseros que te hemos mostrado antes. Solo tienes que aplicar el producto sobre la mancha y a continuación pasar a la limpieza con vapor de agua limpia. En cualquier caso, recuerda que en este tipo de cosas es muy importante leer bien las recomendaciones del fabricante para evitar disgustos.

Finalmente, hay un truco casero que, según dicen, resulta muy efectivo para eliminar las manchas de un sofá de tela. Lo primero que debes hacer es, como en todos los casos, quitar el polvo y los restos de suciedad a conciencia con una aspiradora. La fórmula mágica consiste en utilizar media taza de agua, un vaso pequeño de alcohol, el zumo de medio limón y una cucharada de detergente de lavavajillas. Una vez mezclados, la solución se introduce en una botella con pulverizador para rociar la zona del sofá o la tapicería que esté más sucia.

Puede que hayas adquirido un sofá de tela antimanchas de poliéster y que, a pesar de su nombre, haya quedado algún resto de suciedad, o que haya perdido color con el uso y el paso del tiempo. Para intentar eliminar cualquier resto de suciedad lo primero que debes hacer es pasar la aspiradora con intensidad y, a continuación, frotarlo suavemente con un paño limpio humedecido con agua. Solo eso. En caso de que la mancha esté reseca, aplíca algo de humedad para conseguir que se desprenda con más facilidad de la tela. Y si estamos ante una mancha persistente solo tienes que calentar un poco de agua, humedecer un trapo limpio con un poco de jabón neutro, por ejemplo, de manos, y que lo apliques al sofá con mucha suavidad y con movimientos circulares.

En cualquier caso, recuerda siempre hacer una prueba de producto en una parte oculta de tu sofá antes de lanzarte a quitar las manchas de tu alfombra, sofá o cualquier otro tipo de mueble de tela, y sigue las indicaciones del fabricante en caso de que vayas a utilizar productos comerciales.

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