Sillas escandinavas
También te puede interesar :
Sillas escandinavas: la guía
¿Qué es una silla escandinava?
La silla de estilo escandinava o nórdica es un asiento sencillo que tiene un diseño minimalista inconfundible y que lleva ya más de medio siglo instalándose en los salones de medio mundo. Tanto el asiento como la disposición de sus patas son muy característicos: el primero suele estar realizado en una única pieza con diferentes formas, mientras que sus patas son oblicuas y se abren desde una zona central hacia el exterior para conferirles un diseño específico. Este tipo de silla carece de reposabrazos y cuenta con infinidad de estilos para que pueda encajar en cualquier tipo de salón, con independencia de su decoración. Aunque guardan cierto parecido con la silla de párroco o silla Parson, se diferencian en que las patas de ésta son rectas y su respaldo, más elevado. La más icónica es la silla blanca escandinava con patas de madera clara, aunque también puedes encontrarlas en metacrilato, metal e incluso material plástico trenzado. También hay sillas tapizadas en tonos lisos o estampados, con diseños tipo patchwork, etc. A pesar de que las sillas escandinavas se pueden integrar en cualquier espacio y ambiente de la casa, son una solución perfecta para equipar un salón-comedor: es precisamente ese diseño característico el que las convierte en un mueble cómodo y con un tamaño adecuado para cualquier espacio de la casa. Pero también puedes utilizarlas como sillas de sala, como silla trasera o complemento para tu dormitorio, e integrar sillas laterales de apoyo en otras estancias de la casa.
¿Qué color elegir para tus sillas escandinavas?
Una de las características de las sillas escandinavas es que las puedes encontrar en todo tipo de colores, estilos y formas para vestir con elegancia cualquier comedor o espacio de la casa. En muchas ocasiones el color de la silla viene marcado por el material con el que está fabricada, como en el caso de las metálicas, las de madera o de metacrilato. Pero en muchas otras ocasiones se realizan en polipropileno, un material que no determina el color, que puede oscilar entre el negro y tonalidades más claras como el beige, el mostaza o el blanco. Para elegir el color de tus sillas escandinavas debes tener en cuenta el espacio de la casa que ocuparán y las tonalidades predominantes para conseguir una simbiosis perfecta. Por ejemplo, si las vas a utilizar como silla decorativa para complementar tu mesa de comedor debes asegurarte de que ambos tienen tonalidades diferentes. Una mesa en tono wengué, por ejemplo, necesita sillas en tonalidades claras o con estampados pero siempre con colores suaves. En cambio, una silla escandinava negra es perfecta para usarla con una mesa de comedor de color madera clara, aunque también puedes combinarla con un tapizado en tonalidades grises o con tapicería de cuero.
Además de estas opciones más convencionales puedes arriesgarte a integrar diferentes colores en un mismo espacio: como el diseño de las sillas es casi idéntico, puedes elegir juegos de sillas de diferentes tonalidades para dar un toque distintivo a tu comedor y convertirlo en un espacio icónico de tu casa. Eso sí: no te fíes solo de tu instinto y consulta con otras personas antes de comprarlas para evitar errores de diseño… y de bulto.
También son aptas para mezclar estilos y combinarlas, por ejemplo, con bancos, con un taburete, añadirles cojines, etc., y por supuesto, para utilizarlas como silla de oficina en espacios más minimalistas.
¿Qué silla escandinava elegir?
Hay multitud de tipos de silla nórdica escandinava en el mercado que comparten un mismo estilo básico, la disposición de sus patas, pero que guardan diferencias significativas entre ellas. La forma más icónica y característica es la que está compuesta por un asiento de una sola pieza que llega hasta la mitad de la espalda y que carece de reposabrazos: es la clásica silla de comedor tapizada o realizada en un material plástico. Pero si tu estilo es más rústico también puedes encontrarlas en madera con un respaldo más alto realizado con barras, o sillas fabricadas en ratán y con patas metálicas. También existen opciones de polipropileno y con estructura metálica que aportan un diseño más refinado e incluso industrial, perfectas para vestir una cocina. Y con respaldo de rejilla en diferentes tonalidades, que aportan una mezcla de estilos y materiales muy actual. En todo caso, estas opciones son perfectamente compatibles con elementos de artesanía y decorativos como lámparas retro y otros elementos para que puedas configurar un espacio diferencial.
¿Por qué elegir una silla escandinava?
Una de las características más interesantes de este tipo de sillas es que son muy versátiles y las puedes colocar en cualquier lugar de la casa. Además, esta opción es una de las mejores del mercado porque son fácilmente combinables con cualquier estilo de decoración; se trata de sillas muy cómodas, de poco peso y fáciles de mover de un lugar a otro de la casa. Puedes usarlas como sillas de muebles, de comedor, de cocina, auxiliares en la habitación, en tu rincón de lectura favorito, etc. Y todas estas características las convierten en una de las soluciones más funcionales para equipar cualquier vivienda.