¿QUÉ DEBES SABER PARA LUCHAR CONTRA EL VIENTO CUANDO TIENES UN PARASOL?

El parasol es el compañero perfecto del verano. Protege del sol y de las pequeñas lluvias, permite disfrutar del sol y del calor sin riesgos, ofrece la posibilidad de crear un espacio de relajación en casa y constituye un elemento decorativo indispensable. El parasol es el mejor amigo que debes tener a tu lado cuando los primeros rayos de sol hacen acto de presencia. Sin embargo, por muy práctico que sea, el parasol puede temer al viento. Entonces, ¿cómo luchar cuando la brisa comienza a soplar y estás cómodamente instalado en tu terraza o jardín? ¿Existe un parasol resistente al viento? ¿Un parasol capaz de soportar el viento sin volar o caer sobre tus invitados? ¡Te lo contamos todo!

Parasol resistente al viento: lo que debes saber

La primera cosa que debes tener en cuenta para luchar contra el viento cuando tienes un parasol es su base. O más bien, su soporte. Todos los parasoles se fijan en una base que puede variar de un parasol a otro y desempeña un papel fundamental. Un parasol recto, como el Palawan, está equipado con un poste central. El poste se fija en una base, también llamada pie. Es el pie el que ancla el parasol al suelo y le permite resistir cuando sopla el viento. Para un parasol lateral, como el Solenzara, las cosas son un poco diferentes. El parasol lateral tiene, como su nombre indica, un pie lateral. La tela cuelga de este. Práctico, el parasol lateral no molesta a los invitados cuando se coloca cerca de una mesa y puede ser tan discreto como confiable. El Solenzara tiene un pie en forma de cruz al que se pueden fijar losas. Estas losas son muy importantes para mantener el parasol de manera óptima, especialmente en caso de viento.

Parasol resistente al viento: el papel de las losas para contrapesar

Un pie de parasol lateral como el Solenzara puede alojar 4 losas para contrapesar. ¿De qué se trata exactamente? Las losas para contrapesar son ideales para fijar bien tu parasol al suelo. Se sujetan fácilmente al pie y están hechas de plástico, por lo que se pueden llenar de arena o agua, ¡tú decides! Cada losa puede contener hasta 13 litros, por lo que puedes llenarlas según tus necesidades y adaptarte a la situación. No es necesario, por ejemplo, llenarlas completamente cuando no hay viento. Sin embargo, cuando sopla el viento, puedes acumular 52 kilos en la base del parasol y prevenir su vuelo o caídas inoportunas. Fijadas sólidamente, las losas también permiten varias combinaciones. Puedes usar solo 2, 3 o las cuatro al mismo tiempo. Además, son fácilmente transportables. Cuando llega el momento de guardar tu parasol para el invierno, puedes vaciar las losas y guardarlas sin esfuerzo. Todo lo contrario de las antiguas losas de hormigón, que, si bien son confiables en caso de viento, pueden ser complicadas de manejar. Otro detalle importante es que las losas son estéticas. A menudo hemos visto, especialmente en bares, losas en forma de grandes tanques de agua blancos. No muy elegantes, cumplían su función, pero podían desfigurar una decoración. También hemos visto parasoles contrapesados con sacos de arena o pesas de pesas. ¡El antiguo sistema casero! Pero, ¿por qué recurrir al sistema casero cuando el sistema de fábrica es efectivo, económico y elegante?

Parasol resistente al viento: ¡no olvides el auvent!

El auvent de un parasol es una especie de pequeño "sombrero" colocado en la parte superior del parasol. El auvent permite una mejor circulación del aire, haciendo que el parasol ofrezca menos resistencia al viento y tenga así mejores posibilidades de permanecer en su lugar. El Palatino, por ejemplo, es un parasol lateral de 3 metros por 3, giratorio 360 grados. En su parte superior, tiene un auvent que a veces también se llama gorro anti-viento. Cuando sopla la brisa, el auvent se levanta y permite que el aire circule libremente. Por lo tanto, es importante que tu parasol, sea cual sea el modelo, esté equipado con un auvent.

Luchar contra el viento: existen soluciones efectivas

El viento es el peor enemigo del parasol. Todos hemos visto, especialmente en regiones particularmente ventosas, parasoles volando en la playa o en las terrazas de restaurantes junto al mar. Nadie quiere vivir lo mismo en casa. Porque cuando decides equiparte para disfrutar plenamente del verano, relajarte los fines de semana o durante las vacaciones, ya sea en familia o con amigos, intentas protegerte lo mejor posible contra este tipo de pequeños problemas. Con un buen parasol, lateral o no, como el Palatino o el Solenzara, lo importante en cuanto al viento está en el auvent. ¡Un parasol sin auvent tiene todas las posibilidades de volar como una cometa! Las losas también son indispensables para anclar bien el parasol al suelo. Finalmente, la ubicación también es importante: es necesario pensar bien dónde quieres colocar tu parasol para que cumpla su función pero que tampoco esté demasiado expuesto al viento. Apostando por el auvent, el poder de las losas para contrapesar y la ubicación, ¡tienes muchas menos posibilidades de sorprenderte con el viento! Disfruta de las tardes de ocio a la sombra de tu hermoso parasol en tu balcón, terraza o jardín. Aprovecha al máximo tu piscina, juega a las cartas con amigos y saca el máximo provecho de las comidas con amigos o familiares durante tus vacaciones. ¡El viento ya no será un problema! Los parasoles modernos han sabido protegerse para no decepcionarte nunca. ¡Tienes muchas opciones! Seguramente existe uno que te brindará plena satisfacción.

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