Sabemos que hay muebles de dormitorio innegociables. En ninguna habitación que se precie puede faltar una cama acompañada de su mesita de noche, un armario ya sea empotrado o no y, si el espacio lo permite, una cómoda. Son muchos, pero, ¿por qué no darle un nuevo toque? Hoy te proponemos una de las piezas que se puede convertir en tu lugar más vistoso: el vestidor.

A diferencia de un armario, el vestidor deja las prendas a la vista, teniendo una utilidad muy diferente.
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Tipos de vestidor

Un vestidor es un mueble que suele cumplir unas reglas generales. Su característica principal es que suelen ser abiertos, porque no cuentan con puertas. Sin embargo, podemos encontrar varios tipos de vestidores:

Vestidor en forma de L

Los vestidores en forma de L son aquellos que tienen una parte más alargada, en la que normalmente se sitúa la barra-perchero. En su parte más corta suelen gozar de estanterías o cajones.

Vestidor recto

Un vestidor recto es aquel que no presenta esquinas, y tiene todos sus elementos en una sola pieza. Son una opción perfecta si tenemos un espacio extra en nuestra habitación. Sin embargo, al no poder colocarse en las esquinas, suelen ser peores para economizar el espacio de tu habitación.

Vestidor en forma de U

Los vestidores en forma de U se caracterizan por crear un pequeño espacio entre los elementos del mismo. Son perfectos si queremos crear una pequeña ‘habitación’ en la que ir a elegir nuestro próximo outfit.

Vestidor de ángulo recto

Son los vestidores que aprovechan las esquinas, como los de L, pero que, en cambio, tienen sus dos partes del mismo tamaño.

Elementos de un vestidor

Cada vestidor es un mundo. Aun así, hay algunos elementos que los componen que suelen encontrarse en todos ellos:

·  Estantes: todos los vestidores suelen tener algunas baldas para colocar la ropa doblada. Normalmente, estas estanterías suelen ser de madera y no tener ninguna puerta, por lo que las prendas quedan a la vista.

·   Perchero: en todos los vestidores hay un elemento que no puede faltar. Se trata de la barra en la que podemos colgar las perchas con nuestros vestidos o camisas. A veces en el perchero también viene incorporada una cortina por si queremos tapar esa zona.

·   Cajones: aunque el vestidor se caracteriza por ser un mueble abierto, puede que tenga algunos cajones en los que podemos guardar cosas que no queremos que queden a la vista como ropa interior, calcetines, etc. También puede servir como almacenamiento extra para otros objetos que usemos en nuestra habitación.

·   Espejos: la mayoría de los vestidores suele tener un espejo incorporado para que podamos vernos reflejados tras vestirnos. En caso de que el que vayas a adquirir no lo tenga, existen algunos que se pueden incorporar al vestidor.

·   Zapatero: algún que otro vestidor suele tener un zapatero para que podamos guardar todo nuestro calzado. Suele ser la zona que más se ensucia del vestidor, así que por esa razón generalmente es un compartimento cerrado.

Todos estos elementos puede que no estén en todos los vestidores. Aun así, puedes combinarlos con pequeños muebles por separado para conseguir un vestidor completo.

¿Por qué elegir un vestidor en vez de un armario?

El gran competidor del vestidor es el armario estándar. Aunque parezcan dos cosas iguales, tienen algunas diferencias:

  • Decoración vs. almacenaje: En primer lugar, los armarios cumplen la función de muebles de almacenaje. Es el lugar al que mandamos la ropa para esconderla de la vista. En cambio, el vestidor suele cumplir una función ornamental, ya que deja al descubierto tu capacidad de organización. Esto lo asemeja a otros muebles como los tocadores.
  • Delimitar espacios: Un vestidor sirve para diferenciar un espacio dentro de nuestro dormitorio, porque será el lugar al que vayamos a vestirnos. Mientras un armario lo único que suele hacer es cubrir una zona que quedará inutilizable.
  • Versatilidad y espacio: Con un vestidor podremos conseguir mayor capacidad, ya que no está limitado por paredes como un armario. Al ser abierto, podremos darle distintos usos a estanterías, barras de perchas o cajones. Los elementos de un vestidor pueden ser quitados o colocados según nuestra conveniencia. Por todo esto, son mucho más versátiles que los armarios.

Consejos para conservar tu vestidor en las mejores condiciones

Todos los muebles de dormitorio deben recibir un mantenimiento. El vestidor, aún más, ya que siempre queda visible porque es un elemento abierto.

Para mantenerlo aseado, lo mejor es que le hagamos una limpieza superficial para quitar el polvo semanalmente.

Una vez al mes también podemos hacer una limpieza más profunda, en la que nos adentremos en lugares como los cajones, la zona baja del vestidor o en el módulo de zapatos.

Por último, podemos aplicarle distintos productos a nuestro vestidor para que no se degrade. Si es de madera, es esencial que tenga anticarcoma y le apliquemos barniz. Si es de metal, lo mejor es que darle una capa de aceite o pintura antióxido, para que siempre luzca en las mejores condiciones.